En esta ocasión, conversamos con Fernando Maceda, miembro del comité consultivo de CONIMERA AREQUIPA 2024 y Gerente General en H2 Perú, la Asociación Peruana de Hidrógeno. Esta plataforma colaborativa está dedicada a impulsar la descarbonización de la economía mediante el uso del hidrógeno verde, un componente esencial para el desarrollo sostenible de Perú. Su trabajo es crucial para promover un crecimiento resiliente y sostenible en el país.
Fernando es un especialista en gestión ambiental y desarrollo de negocios sostenibles, con amplia experiencia en regulación ambiental, desarrollo e implementación de estrategias de sostenibilidad, y gestión de proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático. Además, es experto en la gestión socioambiental y posee una notable habilidad para identificar y manejar stakeholders clave, fomentando alianzas estratégicas que potencian un impacto positivo en el entorno.
En esta entrevista, exploraremos su visión sobre el futuro del hidrógeno de bajas emisiones en Perú, sus experiencias en el campo de la sostenibilidad y el impacto de iniciativas como CONIMERA AREQUIPA en la promoción de una economía más verde y sostenible.
En su opinión, ¿cuáles son las principales oportunidades de negocio para las empresas peruanas en el ámbito del hidrógeno de bajas emisiones?
En Perú, el hidrógeno se proyecta como un elemento crucial y complementario en los esfuerzos hacia la descarbonización para 2050. Es fundamental para reducir las emisiones en procesos industriales que ya utilizan hidrógeno como materia prima, así como en sectores de alto consumo energético como la aviación, el transporte de larga distancia y la industria marítima. Los modelos de «net zero» prevén que el hidrógeno representará entre el 3% y el 20% del consumo final de energía para 2050, un porcentaje comparable al del gas natural en las últimas décadas. Además de su contribución a la reducción de gases de efecto invernadero, el hidrógeno renovable y de bajas emisiones es crucial para diversificar la matriz energética y facilitar la transición energética.
Uno de los principales desafíos radica en la falta de regulación específica para proyectos de hidrógeno, lo que representa un obstáculo significativo. Es esencial establecer un marco legal que promueva su uso en diversas industrias. Además, Perú carece de incentivos financieros y políticas específicas para impulsar la cadena de valor del hidrógeno, como exenciones fiscales y apoyo gubernamental. Plantear una estrategia nacional a largo plazo resulta fundamental para orientar el desarrollo del hidrógeno renovable, aprovechando el potencial de energías renovables como la hidroeléctrica, eólica, solar y biomasa. Finalmente, se requiere inversión en infraestructura adecuada para la producción y transporte seguro del hidrógeno, así como alianzas internacionales que fomenten su adopción en sectores clave como la minería.
En su opinión, ¿cuáles son las principales oportunidades de negocio para las empresas peruanas en el ámbito del hidrógeno de bajas emisiones?
- Potencial de Energías Renovables: Perú cuenta con más de 25 mil MW de generación renovable no convencional que puede ser operativa en los próximos tres años, lo que lo convierte en un lugar ideal para la producción de hidrógeno de bajas emisiones. Las empresas pueden invertir en la construcción de plantas que utilicen estas fuentes para generar hidrógeno, aprovechando la reciente Ley de Fomento del Hidrógeno Verde.
- Transporte: Sectores como el de vehículos pesados y de larga distancia, camiones y trenes, se beneficiarán al utilizar hidrógeno renovable como combustible, contribuyendo a la descarbonización.
- Industria Química: El hidrógeno es un componente clave en procesos industriales y su producción a partir de fuentes renovables reducirá la dependencia de combustibles fósiles.
- Industria Minera: Esto incluye la fabricación de explosivos de bajas emisiones con amoníaco renovable, la sustitución del diésel por hidrógeno en camiones mineros de gran tonelaje, y el uso de estos combustibles limpios en procesos metalúrgicos y de transporte.
- Exportación: Con el desarrollo de una industria de hidrógeno, Perú podría posicionarse como un exportador clave en el mercado global, inyectando hasta US$5,600 millones a la economía en los primeros diez años.
- Creación de Alianzas Estratégicas: Establecer colaboraciones con empresas internacionales y gobiernos puede facilitar el acceso a financiamiento y tecnología. Las alianzas estratégicas son cruciales para el desarrollo de la infraestructura necesaria para la producción y distribución de hidrógeno verde.
- Desarrollo de un Marco Regulatorio: La creación de un marco regulatorio claro y favorable para el hidrógeno verde es esencial. Las empresas pueden participar activamente en este proceso, ayudando a dar forma a políticas que fomenten la inversión y la adopción de tecnologías limpias en el país.
¿Qué estrategias sugiere para promover la colaboración entre el sector público, el sector privado y las comunidades locales en la promoción del hidrógeno de bajas emisiones?
Para promover la colaboración en el desarrollo del hidrógeno de bajas emisiones, se sugieren las siguientes estrategias:
- Crear un marco regulatorio claro y favorable para el hidrógeno de bajas emisiones, con la participación de las empresas para dar forma a políticas que fomenten la inversión y adopción de tecnologías limpias.
- Establecer estímulos fiscales para hacer más rentable la producción de hidrógeno verde frente a otras tecnologías convencionales o de bajas emisiones.
- Fomentar la investigación científica y tecnológica, como lo establece la Ley N° 31992, con un enfoque en el desarrollo del hidrógeno de bajas emisiones.
- Conformar un Comité Técnico de Normalización del Hidrógeno, como propuso H2 Perú al Instituto Nacional de Calidad (INACAL), para establecer normas técnicas que faciliten el desarrollo del sector.
¿Podría compartirnos algunos ejemplos de proyectos exitosos de hidrógeno de bajas emisiones a nivel internacional que podrían servir como modelo para Perú?