Las autoridades de salud de Puno libran una enorme batalla contra la propagación del Covid en una región donde la informalidad supera el 90 % de su economía. En un contexto así, los esfuerzos son aún más intensos y requieren del soporte y compromiso de otras instituciones, públicas y privadas.
Un ejemplo de cómo puede desarrollarse un trabajo responsable y bien planificado se puede apreciar en Antauta, provincia de Melgar (Puno), distrito donde opera la mina San Rafael de Minsur.
Tras los temores naturales por el reinicio de las operaciones mineras, las autoridades locales, personal de Salud y la empresa minera decidieron sentarse a planificar las medidas necesarias para afrontar la llegada del Covid al distrito. La premisa es que este virus es una realidad con la que se tendrá que convivir. De esta manera se diseñó el protocolo sanitario de Antauta, un conjunto de medidas bien pensadas que permiten identificar, mitigar y controlar los casos de coronavirus. Estos lineamientos implican una importante inversión en infraestructura y en otros recursos necesarios para darle sostenibilidad a lo planificado.
Es así como, en tiempo récord, Minsur logró reestructurar el establecimiento de salud de Antauta, ampliando su capacidad de atención, mejorando sus instalaciones eléctricas y sanitarias y dotándolo de equipamiento e implementos médicos. Además de ello, en coordinación con la red de salud de la provincia de Melgar, se contrató profesionales de salud para reforzar el sistema de atención y vigilancia.
Además de ello, se ha implementado un centro de aislamiento temporal que cuenta con todas las condiciones necesarias para albergar los casos de contagio en el distrito.
Por otra parte, en coordinación con el alcalde y las rondas del distrito, se implementaron 4 garitas que permiten mantener un registro de las personas que ingresan a la localidad y proceder con la desinfección de los vehículos. Adicionalmente, las pruebas serológicas que ha donado la empresa han permitido identificar, de manera temprana, casos de Covid y establecer los cercos respectivos. Es así como Antauta se ha convertido en uno de los pocos distritos que llevan un registro certero de casos positivos o sospechosos.
El protocolo de la localidad melgarina también contempla a los negocios locales que proveen de alimentos, alojamiento o transporte a trabajadores de San Rafael. Con ellos, se han implementado medidas sanitarias específicas y un sistema de fiscalización.
Pero las necesidades en esta coyuntura de pandemia van más allá de lo sanitario. Un aspecto muy sensible es la educación de los niños. El compromiso de Minsur también abarca este sector, en el que viene trabajando en la ampliación de la señal de internet y la señal televisiva, además de facilitar el acceso a tecnologías para que los menores puedan seguir los programas de educación a distancia del gobierno.
Minsur ha ido más allá de su zona de influencia, al haber realizado aportes y coordinaciones con las autoridades regionales. Entre otras, ha hecho entrega de 55 camas hospitalarias y viene implementando un crematorio.
Todo lo anterior es una muestra del rol activo y decisivo que puede cumplir la empresa privada, trabajando de manera coordinada y responsable con las autoridades locales. Si bien es cierto que San Rafael paralizó su producción durante tres meses, su compromiso se mantiene activo.
Fuente: Revista Stakeholders