El pasado 8 de febrero, el Simposio Técnico «Eficiencia Energética en Minería» arrojó luz sobre los desafíos que enfrenta la industria en este aspecto. Xavier Riveroll, Gerente Regional – Latinoamérica en TCI, destacó la importancia de la protección avanzada en motores eléctricos como una medida para impulsar la reducción de costos de operación y aumentar la confiabilidad en las operaciones mineras.
Según Riveroll, las fallas en motores eléctricos representan un obstáculo significativo, con los baleros o rodamientos responsables de más de la mitad de los casos. Problemas como una lubricación defectuosa, calor excesivo, contaminación y corrientes parásitas en la flecha del motor son las principales causas identificadas.
Entre las distorsiones de energía más comunes identificadas durante el simposio se encuentran los sobre-disparos o picos de voltaje, las corrientes parásitas en baleros o rodamientos, y el sobrecalentamiento en el motor. Estos fenómenos pueden ocasionar daños severos en los equipos, comprometer la producción y disminuir la rentabilidad de las operaciones mineras.
La presencia de distorsiones de energía entre los VFDs (Variadores de Frecuencia) y los motores eléctricos puede resultar especialmente perjudicial, exacerbando los riesgos para la integridad de los equipos y la continuidad operativa.
Para abordar estos desafíos, se recomienda consultar el estándar NEMA MG1 en los puntos 31.4.4.2 y 31.4.4.3, que proporciona pautas sobre el pico de voltaje que un motor de uso inversor puede soportar, así como técnicas para mitigar las corrientes parásitas en los baleros o rodamientos.